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LOS NIÑOS Y EL MIEDO AL DENTISTA

Los dentistas somos de los médicos mas temidos por los niños y por los adultos. En el caso de los niños, el miedo al dentista suele ser generalmente un temor hacía lo desconocido. Hay que tenerlo muy presente la primera vez que un niño viene a la clínica dental. Es importante que se vaya familiarizando con todo poco a poco hasta sentirse tranquilo y sin miedos. Por eso consideramos que es muy importante traer al niño cuando tiene solamente un año, para que la visita pueda ser corta y dedicada simplemente a que se de cuenta de que no pasa nada. Hay que impartir confianza y tranquilidad. El desarrollo del miedo depende mucho del trato que prestamos los dentistas a los niños. 

Cuando el niño tiene miedo al dentista suele manifestarlo generalmente llorando al llegar a la consulta. También es normal que no quiera colaborar o incluso que intente impedir que el dentista lo examine.

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a que sus hijos no tengan miedo?

  1. Dar ejemplo. Traer al niño a la consulta mientras hacemos la revisión a sus padres será bueno para que vaya familiarizándose con el ambiente y el instrumental. 
  2. Consultas periódicas. Hacer revisiones periódicas, dos veces al año, es bueno para prevenir el miedo al dentista. De esta manera el niño se sentirá cada vez más cómodo. Además será más fácil resolver cualquier problema que se presente ya que lo habremos cogido a tiempo y evitaremos tratamientos dentales más complejos, como las extracciones, que suelen ser más dolorosas y generan una asociación negativa.
  3. Evitar comentarios negativos. A veces se recurre a comentarios negativos tipo: “no comas más dulces o tendrás que ir al dentista”. Es mejor hablar de manera más positiva. 
  4. Es recomendable que el niño pase solo.  Los padres ayudan a tranquilizar los nervios en la sala de espera, pero lo ideal es que pasen solos a la consulta ya que la mayoría de los niños se portan peor cuando están delante sus padres. 

¿Qué podemos hacer desde la clínica dental para ayudar a que los niños no tengan miedo?

  1. Empezar por citas fáciles para que vayan cogiendo confianza. 
  2. Explicarles los tratamientos . Mostrarles qué les vamos a hacer, paso a paso, enseñándoles los instrumentos y los materiales. Lo hacemos fuera de la boca para que vean que no pasa nada.
  3. Distraerlos. Es una técnica muy útil para desviar su atención de lo que estamos haciendo. Intentamos que piensen en otra cosa. 
  4.  Gafas 3D. Películas para hacer mas llevaderos los tratamientos. El tiempo     de intervención queda reducido al estar distraído no focalizando su mente en el tratamiento.
  5. En nuestra clínica dedicamos todo el tiempo necesario para que los niños se sientan tranquilos y contentos sin generar miedo ni ansiedad. 

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EL COVID EN LA CLÍNICA DENTAL

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

¿Qué es la COVID-19?

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID-19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo.

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Los síntomas más habituales de la COVID-19 son la fiebre, la tos seca y el cansancio. Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son los dolores y molestias, la congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de las personas infectadas solo presentan síntomas levísimos.

La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen la COVID-19 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de presentar cuadros graves. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la COVID-19 y caer gravemente enferma. Las personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente. Si es posible, se recomienda llamar primero al profesional sanitario o centro médico para que estos remitan al paciente al establecimiento sanitario adecuado.

¿Cómo se propaga la COVID-19?

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad se propaga principalmente de persona a persona a través de las gotículas que salen despedidas de la nariz o la boca de una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Estas gotículas son relativamente pesadas, no llegan muy lejos y caen rápidamente al suelo. Una persona puede contraer la COVID-19 si inhala las gotículas procedentes de una persona infectada por el virus. Por eso es importante mantenerse al menos a un metro de distancia de los demás. Estas gotículas pueden caer sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, como mesas, pomos y barandillas, de modo que otras personas pueden infectarse si tocan esos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. Por ello es importante lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol. 

La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre las conclusiones que se vayan obteniendo.

Protocolo de actuación frente a la covid-19 en nuestra clínica

Es posible que una clínica dental sea uno de los sitios más preparados, junto a los hospitales, para afrontar los meses de nueva normalidad hasta que tengamos una vacuna o un tratamiento contra el coronavirus. Esto se debe a que nuestra actividad consiste, precisamente, en trabajar en la boca de los pacientes, realizando intervenciones que incluyen, en muchas ocasiones, el contacto con la saliva y la sangre. Y es que, aunque la COVID-19 nos esté obligando a modificar prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, esta enfermedad no es, obviamente, la primera enfermedad contagiosa que existe. Las clínicas dentales hemos tenido que diseñar protocolos de trabajo para evitar el contagio y la transmisión de enfermedades desde siempre.

Debido a que no todos los pacientes te informan de que las padecen, o incluso ni siquiera saben que las portan, nosotros siempre hemos asumido que todos nuestros pacientes son portadores de enfermedades infecciosas como el VIH, la hepatitis,el herpes o incluso la gripe

En el trabajo diario los odontólogos nos enfrentamos a diversos factores de riesgo que pueden poner en peligro nuestra salud y nuestra seguridad. Por ello, siempre se ha hecho necesario e imprescindible el uso de EPIS (Equipo de Protección Individual) como medida de prevención y protección frente a enfermedades como la hepatitis, herpes, conjuntivitis o el VIH.

Con la aparición del coronavirus, a nuestros EPIs reglamentarios se ha sumado un protocolo de actuación específico para evitar cualquier posibilidad de contagio estando en la consulta y durante los tratamientos. Además, en nuestra clínica hemos recibido formación especial certificada de la Fundación Dental Española sobre el control de la COVID-19 en la clínica dental. De esta manera, hemos convertido nuestra clínica en un espacio seguro y protegido tanto para los pacientes como para los profesionales que conforman nuestro equipo humano.

Siguiendo la información científica y los consejos para la prevención y el control aportados por el Consejo General de Dentistas de España, explicamos qué recomendaciones hacemos cuando se acude a la clínica dental:

  • Todos los profesionales de la cínica nos hemos hecho un test serológico comprobando que la mayoría ya hemos pasado la enfermedad.
  • Dentro del protocolo es necesario hacer un triaje teléfonico para descartar que el paciente tenga coronavirus o haya estado en contacto con otra persona que lo tuviera.
  • Al llegar a la consulta se vigila la temperatura con un termómetro infrarrojo y se aplica un gel hidroalcoholico. 
  • Nuestra recepción dispone de mampara de metacrilato para poder realizar las actividades de citas, atención de consultas Y presupuestos con seguridad.
  • La sala de espera estará con aforo limitado y sin revistas o folletos.
  • Se han reducido el número de pacientes a tratar para asegurarnos las distancias y la desinfección entre pacientes. 
  • Es aconsejable que el paciente venga solo (salvo que necesite ayuda o se trate de un menor).
  • Se debe acudir con la mascarilla puesta.
  • Hay que mantener la distancia de seguridad si se cruza con otro paciente.
  • Una vez en el gabinete se realizará un enjuague bucal antes de iniciar los tratamientos para disminuir la carga viral.
  • Se esteriliza todo el material utilizado después de cada paciente, y colocan nuevos todos los materiales desechables.
  • Se ventilan todos los espacios y las zonas comunes se desinfectan en profundidad tras la atención a cada paciente.

Hemos implantado estos protocolos con el fin de dar la atención de siempre, pero con las máximas garantías de protección frente al virus.

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LA PRIMERA VISITA DE LOS NIÑOS AL DENTISTA

¿Cuándo llevar a un niño al dentista por primera vez?. Esta es una pregunta muy frecuente entre los padres. Con este artículo tratamos de aclarar todas las dudas.

Hace años, la recomendación de los pediatras era realizar la primera revisión dental cuando la dentadura de leche, compuesta por 20 dientes, estuviera completa, es decir, alrededor de los tres años. Sin embargo, la presencia de caries en los preescolares, traumatismos en sus dientes ó problemas asociados con la oclusión a causa de malos hábitos han forzado a los especialistas a cambiar la recomendación a los 12 meses, en función de establecer medidas preventivas. Tras la primera revisión, los controles se deben realizar, si todo va bien, una vez al año. 

De esta manera, estableciendo la primera revisión con el dentista sobre los 12 meses de edad se puede empezar con medidas preventivas en cuanto a hábitos, consejos de alimentación y de limpieza bucal. Todos estos cuidados pueden ser de ayuda y favorecer a un correcto desarrollo dental de los más pequeños de la casa. Además acudir al dentista desde tan pequeños será bueno para quitar el miedo ya que si no existe ningún problema importante serán visitas cortas a las que al niño le gustará asistir. Le enseñaremos sus dientes en una cámara y aprenderá a cepillarlos. Se dará cuenta de que ir al dentista es hasta divertido. 

En la cínica hacemos una revisión de dientes y encías. Vemos si existen caries de biberón, evaluamos posibles problemas como mordida cruzada, abierta o alteraciones de crecimiento. Es el momento de corregir a tiempo malos hábitos e introducir desde temprano buenos hábitos de limpieza. 

CUIDADO DE LOS DIENTES EN EL BEBE. 

Conviene tener el hábito de examinar regularmente los dientes del bebe. Tener en cuenta que los dientes saludables tienen un color blanco uniforme. Si se ven manchas o puntos en los dientes, es conveniente adelantar la visita al dentista. Se debe realizar una limpieza de encías antes incluso de que aparezca el primer diente. Para ello es conveniente usar una gasa humedecida. Cuando comience la dentición será necesario recurrir a los dedales de silicona o látex ó cepillos adecuados para su edad y la boca del niño. Al principio sin pasta dentífrica hasta los dos años. A partir de entonces puedes ponerle una pequeña cantidad, siempre y cuando esté especialmente indicada para niños, es decir, con bajo contenido en flúor. Para prevenir que salgan caries no se debe dejar que duerman con el chupete impregnado en azúcar, ó con el biberón en boca, pues el contacto prolongado con los azúcares de la leche predisponen a la aparición de caries. 

LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LOS DIENTES TEMPORALES.

Los dientes temporales “guardan el espacio” a los dientes permanentes. La pérdida prematura de una pieza dentaria puede causar migración de los dientes vecinos, causando más adelante, posibles problemas de espacio al hacer erupción los dientes permanentes.

Las raíces de los dientes de leche se reabsorben y el cuerpo reutiliza estos mismos minerales para terminar de mineralizar los dientes permanentes. Si los dientes de leche están ausentes se dificulta este proceso fisiológico.

Los dientes temporales cumplen una función imprescindible dentro de la fonación, permitiendo al niño pronunciar correctamente cada sonido mientras aprende a hablar. 

La dentición temporal tiene también un papel fundamental para el corte, triturado, masticación e inicio de la digestión de los alimentos. A medida que hacen erupción, vamos incorporando gradualmente la alimentación complementaria.

La presencia de los dientes temporales en boca favorece el correcto desarrollo de las estructuras maxilofaciales, tanto a nivel óseo como muscular. Al contrario, la ausencia de éstos puede dificultarlo.

La presencia de caries en los dientes temporales aumenta la probabilidad de que se desarrollen caries también en la dentición permanente. Además, si un diente temporal tiene caries y llega a afectarse la pulpa, puede verse afectado también su sucesor permanente.

Cuidemos entonces los dientes de leche ya que, durante la dentición mixta, van a coexistir en boca tanto dientes de leche como permanentes.

PREGUNTAS MAS FRECUENTES SOBRE EL CUIDADO DE LOS DIENTES DE LOS PEQUEÑOS

  1. ¿Cuándo es correcto quitar el chupete?. A partir del primer año es conveniente tratar de eliminarlo. 
  2. ¿Cuántas veces tienen que cepillarse los dientes al día?. Tres veces al día, después de cada comida. Han de comenzar a cepillarse los dientes ellos solos, pero debe ser revisado y repasado por un adulto hasta aproximadamente los 8 años de edad y a partir de ahí supervisado hasta la adolescencia. 
  3. ¿Es mejor un cepillo manual o uno eléctrico?. Se ha demostrado que son igual de eficaces si la técnica se realiza bien
  4. ¿Es conveniente usar pasta dentífrica?. No hasta los dos años. A partir de entonces usar una especial con bajo contenido en flúor (1000 ppm). La cantidad de pasta será equivalente a un guisante. De los 3 a los 6 años puede ser entre 1000 y 1450 ppm (dependiendo del riesgo de caries del niño). A partir de los 6 años de edad: será de 1450 ppm en adelante. Aunque según el riesgo de caries, la concentración de ión flúor de la pasta dental podrá ser de hasta 5000 ppm.
  5. ¿A partir de que edad se han de hacer enjuagues de fluor?. A Partir de los 6/7 años. Cuando el niño tenga la capacidad de comprender que no se traga. 
  6. ¿Los dientes definitivos son mas oscuros?. Si, no son tan blancos como los dientes de leche.
  7. ¿Es posible que le esté saliendo un diente definitivo y no se haya caido el de leche?. Si es posible y frecuente. Cuando esto ocurre hay que extraer el diente de leche para que el definitivo pueda erupcionar correctamente.